Isawa Asahina construyó su primera fortaleza en los Campos del Sol de la Mañana, convirtiéndola más en un templo para los kami que en un castillo para los hombres. Los propios Campos son sacrosantos, y ningún hombre honorable se atreve a profanarlos con violencia; la familia cree que fue en parte la influencia de este lugar lo que apaciguó la furia de su fundador y le llevó a abrazar el camino de la paz. Aquí, más que en ningún otro lugar de las tierras Grulla, la paz se impone por sí misma. Los Asahina animan tanto a los visitantes como a los miembros de su propio clan a viajar a este lugar y meditar sobre lo que les rodea. Se dice que cualquiera que desee una solución pacífica a un problema, ya sea una cuestión externa o su propia confusión interior, encontrará aquí la respuesta si sólo busca. Todas los Grulla, salvo los más agresivos o impíos, intentan viajar a estos templos al menos una vez en la vida, y los Asahina más piadosos lo hacen todos los años.
Shinden Asahina es un complejo de templos más que un castillo, un lugar para la teología, la meditación, el arte y el estudio. No se permite estudiar aquí a nadie que se haya quitado una vida con sus propias manos, ni se permite la intromisión de la política; aparte de esas limitaciones, sin embargo, los visitantes son libres de entrar y salir a su antojo, y de leer los libros que deseen. Las enormes puertas de roble del templo principal nunca se han cerrado, y ninguna otra puerta del interior está cerrada con llave. Las magníficas bibliotecas contienen muchos temas, pero se centran sobre todo en las enseñanzas de Shinsei, que los Asahina veneran con gran respeto. Las paredes de los templos están inscritas con historias del Clan de la Grulla, relatos de paz y armonía y parábolas del Tao, pero nunca se permite representar la muerte en ninguna de sus formas. Algunos afirman que los espíritus de estos muros de piedra cobran vida y comparten conocimientos secretos con aquellos que se dedican de verdad al camino de la paz. Sea cierto o no, se necesitaría toda una vida deambulando por este complejo para leer y comprender los grabados de cada pared.
El credo monástico de los Asahina los pone en cierto modo en desacuerdo con el lujo de su clan y el comercio que prospera en otras partes de sus provincias. Shinden Asahina es un lugar mucho más modesto y comedido que la mayoría de las posesiones de la familias Grulla, pero contiene exquisitas obras de arte de todo tipo, ya que el arte es la única verdadera extravagancia de los Asahina.