En el siglo IV, un castillo Grulla en las tierras Daidoji permaneció en pie durante un solo año antes de que una banda de ronin dementes lo atacara y destruyera. El castillo fue incendiado y todos sus habitantes fueron asesinados. Al cabo de un mes, todos y cada uno de los ronin fueron perseguidos, capturados y ejecutados... pero los Daidoji no se atrevieron a reconstruir en el lugar de semejante tragedia. Se construyó una única torre como santuario a los muertos, llamada Giji Seido, un lugar sólo visitado por la Grulla y prácticamente desconocido para cualquier persona ajena al clan.
Durante más de setecientos años, una facción secreta dentro de los Exploradores Daidoji llamada los "Hostigadores" opera desde un conjunto de túneles y cuevas bajo este santuario.