Durante gran parte de la historia, Oiku es una ciudad bastante corriente conocida principalmente por albergar Jin Seido, uno de los siete santuarios del Bushido. Este santuario propugna la virtud de la Compasión, y aunque el León no ignora esta virtud, no es ni mucho menos el principio más venerado de la filosofía León. Como tal, es atendido por no más de una docena de monjes en un momento dado, normalmente viejos bushi retirados que han visto demasiado derramamiento de sangre en sus vidas.
En el siglo XI y principios del XII, la ciudad de Oiku se transforma en lo que probablemente sea el destino más prestigioso de las tierras de los Akodo, ya que sirve de escenario para el constante toma y daca en el conflicto con la Grulla en Toshi Ranbo. Más tarde, cuando la familia Akodo se disuelve, se convierte en un destino de penuria para bushi caídos en desgracia y guerreros incompetentes.