De hecho, los Grulla mantienen una embajada en la ciudad, ubicada en un antiguo puesto de avanzada del magistrado Shiba. Desde fuera, el edificio tiene el mismo aspecto que cuando lo usaban los Shiba, pero el interior es definitivamente de naturaleza grulla, adornado con las mejores obras de arte y los lujos que uno pueda desear. De hecho, el embajador de la Grulla a menudo organiza fastuosas fiestas para congraciarse con el Fénix, y éstas son tan populares que influyentes daimyo del Fénix o incluso Maestros Elementales a veces hacen de Nikesake su hogar permanente.
Nikesake también alberga una famosa biblioteca de filosofía, la llamada Sala de los Azulejos Azules. Comenzó en el siglo V como la biblioteca privada de un gobernador de la ciudad llamado Asako Itsuo; fascinado por la filosofía, reunió obras sobre el tema de todo el Imperio, buscando las opiniones de todos los clanes y todas las órdenes monásticas. Su hijo continuó la tradición, su sobrino después, y así sucesivamente a lo largo de las generaciones. Con el tiempo, los sabios de la biblioteca abrieron una escuela para cortesanos que compartían su amor por la filosofía, donde profesores y alumnos celebran semanalmente debates abiertos sobre todo tipo de temas filosóficos. Los visitantes son bienvenidos y se les anima a contribuir a las conversaciones (siempre que se siga la etiqueta adecuada). Los rumores afirman que incluso se ha permitido a algunos heimin unirse a los debates. Los rumores también afirman que los eruditos de la Sala de los Azulejos Azules no se limitan a discutir sobre filosofía rokuganí, y que en realidad pueden estar entre los traductores de lenguas gaijin más expertos del Imperio.
Tal vez como resultado de la presencia de tantos individuos ricos, eruditos y políticamente prominentes, Nikesake es también un tremendo centro de comercio, mucho más de lo que cabría esperar por su tamaño relativamente pequeño. La Grulla es el principal socio comercial de la ciudad, pero Nikesake también trata con el León, el Dragón, el Unicornio y una variedad de socios menores. La ciudad es, por tanto, bastante abierta y acogedora para todos... pero los caminos de entrada y salida están cuidadosamente patrullados por los Shiba, que comprenden perfectamente el valor de Nikesake para el clan.