Un magistrado era una persona encargada de hacer cumplir las leyes de una provincia, familia o clan.
Por lo general, los magistrados de clan tenían funciones definidas que eran similares de un clan a otro. Los magistrados de mayor rango actuaban como jueces y supervisores de los magistrados de menor rango. Los magistrados podían ser asignados a una zona o ciudad específica, o podían recorrer un circuito dentro de las tierras de su clan, impartiendo justicia e investigando crímenes cuando era necesario.