Un Hatamoto, o criado de honor, era el representante oficial del nombre de la familia. Era el principal ayudante y consejero de un Daimyo.
Deberes
El cargo inspiraba gran respeto e influencia, ya que el daimyo había elegido a la persona para esta tarea. Cuando un daimyo viajaba, era habitual que el hatamoto quedara a cargo de la hacienda del daimyo. Ser hatamoto significaba que tu señor tenía en alta estima tus consejos, y el título era para que todos supieran que eras uno de sus súbditos favoritos. A veces, el título conllevaba una cierta cantidad de tierras, donde se esperaba que el hatamoto viviera y continuara al servicio de su señor. Los hatamoto eran similares a los títulos militares, en el sentido de que conllevaban gran responsabilidad y gloria.
En ausencia de su señor podía hablar con autoridad en su nombre, e incluso acordar contratos menores y negociaciones para su familia.
En el campo de batalla, varios Hatamoto formaban parte del Grupo de Mando de su general, proporcionando a su señor información importante sobre los acontecimientos en el campo de batalla y asegurándose después de que se cumplían las instrucciones del general.
Política
Se esperaba de los hatamoto que estuvieran bien instruidos en los matices de la política, para que pudieran proteger mejor a su señor de los contratiempos públicos y Suavizaban cualquier perturbación política provocada por las importantes decisiones que debían tomar los señores de alto rango.