Toku Maishu

Maishu fue una vez la hija de un simple Ronin, de casta samurái por los pelos. Sin embargo, a pesar de ello, su madre le recordaba continuamente que había nacido en la casta más alta de la sociedad rokuganesa, y se esforzaba por inculcar las tradiciones del bushido a su joven hija. Por desgracia, poco después de que Maishu se convirtiera en adulta a los ojos de su madre (en realidad nunca tuvo una ceremonía de gempukku), la Enfermedad Debilitante arrasó el Imperio, llevándose consigo a su madre. Incapaz de sobrevivir por sí misma, Maishu se vio obligada a vender incluso la katana de su madre. Recurrió al bastón para defenderse, haciendo trabajos esporádicos a cambio de una paga ínfima. Sin embargo, pronto oyó la llamada de Toturi I, el León Negro, y sintió el eco de las viejas lecciones de su madre en el grito de guerra del honorable ronin. Se unió al ejército de Toturi sin dudarlo, sirviendo con distinción durante la Guerra de los Clanes y demostrando su valía al propio Toku. Cuando Toku recibió un Clan, ella fue una de sus primeras reclutas, y aún lleva su nombre con orgullo. Aunque su marido, también un Bushi Toku, murió cerca del comienzo de la Guerra contra la Sombra, espera ver crecer a su hijo con todos los privilegios de la casta samurái, como ella nunca pudo.