Símbolo: Balanza
dentro de un sol.
Alineamiento: Legal
neutral.
Dominios sugeridos:
Luz, Orden, Paz.
Denominación de
seguidores: Ulthosaya.
Ulthos es el dios de la
justicia y el sol.
Historia:
El dios Ulthos nació del
ente Ayndhil junto a sus hermanos y hermanas, y heredaron
diferentes dotes entre sí. Viajaron por el mar de estrellas hasta
localizar el sol Saré guiados por Ulthos, y cerca del sol
encontraron el mundo al que nombrarían como Eektaia. Este había
sucumbido al caos de los entes cósmicos, pero los dioses los
expulsaron tras una larga guerra y terminaron haciendo de eektaia su
hogar.
Mientras moldeaban el
mundo, el dios Ulthos abrió un canal de energía mágica con el sol
para aprovechar su poder y que el trabajo se hiciese más sencillo
para sus hermanos y hermanas, alejando las sombras gracias a la luz solar.
Durante los primeros años
de la modelación del mundo, Ulthos e Innathar se enamoraron y
mantuvieron su idilio secreto mucho tiempo hasta que fueron
descubiertos por su hermano Felthor, que les prometió no revelarlo a
sus otros hermanos y hermanas a cambio de hacer su parte del trabajo
en el modelado de eektaia. No querían desvelar su secreto porque
temían reprimendas, así que no tuvieron más remedio que aceptar.
Con el tiempo el amor que
sentían se acrecentó y desearon crear un dios con las cualidades de
ambos, que representara su amor. Así Innathar quedó en cinta, por
lo que no podían seguir ocultando su secreto a sus hermanos y
hermanas, y se armaron de valor para comunicarlo al resto con
orgullo. Esto terminó con el trato que tenían con Felthor y se
liberaron de hacer su carga de trabajo.
Pasaron meses hasta que
Ulthos recibió la visita de su hermano Kyresh, que fue a increpar al
dios por su falta de compromiso con el plan original para el mundo y
su arrogancia al creerse más importante que el resto de dioses y
diosas. Ulthos se molestó por sus palabras y criticó a su hermano
por su falta de afecto y felicidad por la familia, y esto desembocó
en un combate que duró 28 días y 28 noches hasta que las gemelas
nacieron.
Tras el nacimiento de sus
hijas Briganth y Waldaia la pelea con su hermano carecía de sentido,
pues se sentía realizado al ser padre y el resto de problemas le
resultaron banales. Kyresh también entendió que no era necesario
luchar, y le regaló a sus sobrinas una pulsera de diamantes a cada
una en señal de paz con Ulthos.
Cuando las especies que
crearon crecieron y formaron pequeñas civilizaciones, los dioses
decidieron enseñarlas en diferentes campos de conocimiento para que
pudieran desarrollarse y convivir en armonía. Ulthos junto a
Innathar instauraron los estamentos sociales, las jerarquías y las
leyes para que su organización social no se viese afectada durante
su expansión y garantizase su progreso en los años venideros.
La diosa Rakath se acercó
a Ulthos para confesar que deseaba ser madre al ver cómo habían
crecido Briganth y Waldaia, y que sentía admiración por ellas.
Ulthos se sintió alagado y creyó que debía complacer los deseos de
su hermana, así que trató de cumplirlos en dos ocasiones. Durante
la segunda vez su hija Waldaia los descubrió y corrió a Innathar
para decirla lo que había visto, lo que desembocó en la ira de la
diosa, que fue a pedir explicaciones. Tras esto le retiró la palabra
a ambos y se marchó a vivir junto con Waldaia, lejos de ellos.
Ulthos se sintió culpable de no haber correspondido a Innathar, y
por ello se juzgó a sí mismo y se condenó a estar ciego hasta que
se hiciese adulto el hijo que llevaba Rakath en el vientre.
Nació su hijo al que
nombraron como Orander, y de la misma forma que cuando nacieron sus
hijas, celebraron un banquete en su honor para darle la bienvenida.
Durante una noche varios días después, Ulthos percibió algo
extraño en su hogar y se dirigió a las dependencias de su hijo.
Allí notó la presencia de un ser desconocido que parecía tratar de
atacar a su hijo, así que se abalanzó y acabó con la criatura. Al
día siguiente llevó el cuerpo del ser a sus hermanos y hermanas,
para estudiar a la criatura que no había sido creada por ninguno de
ellos.
Prosiguieron con la
creación y moldeo del mundo hasta que el dios Ulthos recibió la
visita de la que parecía ser Innathar tratando de seducirlo para
yacer con él. No obstante, mientras el dios se resistía confuso por
la situación, Rakath encadenó a la mujer y le reveló que se
trataba de Brina, la humana predilecta de Innathar. Su hermano
Felthor apareció cuando la diosa Innathar llegó para pedir
explicaciones, y reveló que todo fue un plan suyo para demostrar lo
que vio él durante sus viajes.
Luego de reunir a todos
los dioses y diosas Felthor explicó el problema al que se
enfrentaban por ser las creaciones inmortales, y tras un largo y
distendido discurso, convenció a todos de despojarlas de ese
privilegio. Se concretaron los cambios sobre las especies, los planos
y las almas, y el dios Ulthos presidió el juicio sobre la humana
Brina, que había actuado de forma temerosa y traicionera, y la
sentenció como primer alma en ir al quebrantorium.
Pasó el tiempo y el dios
Ulthos, junto con sus hermanos Kyresh y Xanth, se dedicó a trabajar
en el ayndhiltium, desarrollando sus estructuras y a los seres
celestiales que lo habitarían. Mientras trabajaba en esto Ulthos
cumplió su sentencia y recuperó la visión al hacerse adulto su
hijo.
Cuando terminó la guerra
contra los seres infernales de los portales, los dioses y diosas
acudieron al banquete de la victoria en honor a Rakath y Orander,
donde la locura se apoderó de Waldaia en medio de la fiesta, dado
que apuñaló en repetidas ocasiones a su tía Rakath y tuvieron que
separarlas para apresar a la joven diosa. Innathar perdonó a su
hermana Rakath y la sanó para que no pereciese, y se disculpó por
no haber notado el descenso a la locura de su hija.
El dios Ulthos tuvo que
juzgar a su hija, y tras escuchar los deseos de sus hermanos y
hermanas, condenó a Waldaia a residir en el quebrantorium hasta que
se arrepintiese de sus actos. Tras el juicio los dioses tomaron
caminos diferentes y algunos se distanciaron unos de otros durante
muchos años. Esto provocó que interactuaran de forma
desproporcionada con las civilizaciones y surgieran problemas por
ello, así que convocaron una reunión donde expusieron el problema
de interceder en la vida de las creaciones y decidieron que lo mejor
sería residir en el ayndhiltium, donde vigilarían que se cumplen
sus preceptos.
Vínculos:
Nacido del ente Ayndhil al igual que sus hermanos los dioses Felthor, Kyresh, Shontor y
Xanth, y sus hermanas las diosas Ennavar, Innathar, Kuvara y Rakath,
Padre del dios Orander, y de las diosas Briganth y Waldaia, y tío de
la semidiosa Alea, y del semidiós Kylik.
Doctrina:
Obedece las leyes y hazlas
cumplir si fuera necesario. Las pasiones no pueden nublar tu juicio,
ni cambiar tus decretos. Quién es capaz de seguir su código de
honor, es capaz de resistir cualquier envite. Obedece a la jerarquía
y cumple con tu cometido sin dudar. Sopesa tus decisiones y juzga en
consecuencia. Mantente alerta, protege al débil y castiga al
infractor.
Rituales:
Los fieles del culto
ulthosaya honran a su dios haciendo cumplir la ley allá donde van.
Actúan como jueces en caso de ni haber ninguno y son estrictos en el
ámbito legal, no dando su brazo a torcer cuando toman una decisión.
Se atienen el juicio divino si se cuestiona su decreto, lo que
implica un combate individual en el que el ganador es quién ha sido
apoyado por Ulthos.
Cuando realizan sus
plegarias, hincan una rodilla en el suelo y colocan sus brazos en
cruz contra el pecho, para después pronunciar sus oraciones a
Ulthos. La periodicidad suele ser de dos veces a la novena o cuando
lo consideran necesario.