Los sucesos ocurridos recientemente al norte de Vadania han puesto en riesgo la posición política y militar del pueblo mopán. La aparición de varias fortificaciones antiguas construidas por el Peregrino Chraunnus el Extinguido en la región, sumada a los furtivos intentos de hacerse con su control por parte de la Cábala de la Armonía Celeste, ha llevado al Imperio Mida y al Reino de Vadania a una escalada bélica donde ambos han tratado de controlar las selvas azules de Zefiria, la zona neutral más cercana a ambos y que podría contener más ruinas antiguas. En consecuencia, el pueblo mopán, cuyo poder militar es infinitamente inferior al de sus vecinos, se ha visto políticamente abandonado por sus antiguos aliados, que ahora se mueven por sus tierras sin ningún respeto hacia ellos. Los mopán desean defender su territorio ante los enemigos que los acechan (en especial ante el reino Bastarre de Zaselsan, que aún les ve como potenciales esclavos) y restablecer sus alianzas con los reinos adyacentes.
En los tiempos antiguos, las selvas azules de Zefiria formaban una vasta región de naturaleza salvaje y agresiva, elevadas temperaturas casi todo el año y lluvias abundantes. Eran tierras donde los esclavos eran controlados por muy pocos supervisores y disponían de una mayor libertad que en otros lugares de Voldor. Ese entorno duro y apartado de los principales intereses de los Peregrinos convirtió la zona, que hoy habita el pueblo mopán, en un lugar remoto, donde unos pocos Peregrinos y sus lugartenientes elfos llevaban a cabo los experimentos más peligrosos o aquellos que preferían mantener lejos de espías y curiosos. Y allí, en las profundidades de la selva, el gran grupo de esclavos humanos que terminaría dando lugar al pueblo mopán construyó sus ciudades, pueblos y fortalezas en total armonización con la naturaleza.
Los humanos de las tribus mopán, de tez como la brea, son conocidos por ser guerreros temibles y astutos, siempre dispuestos a defender sus territorios de las agresivas tribus de hombres lagarto, hombres serpiente, anuros o trasgos que hay dispersas por Zefiria. Su religión mayoritaria es el llamado panteón Rathanak y la única con derecho a poseer templos en sus ciudades. Para ellos el dios Rathanak es el único soberano, pues su labor es destruir el tiempo para que el mundo avance, mientras que los demás dioses, incluyendo los extranjeros, son realmente semidioses en la corte de Rathanak. Sus templos están decorados con estatuas de piedra en representación del propio Rathanak, complementadas con otras más pequeñas que representan a los semidioses que adoran.
Están gobernados por un rey a través de una monarquía hereditaria, pero con gran número de príncipes y princesas, pues sus reyes acostumbran a nombrar con dicho cargo a su súbditos más extraordinarios, como si fuesen sus propios hijos. La característica más llamativa de los miembros de la realeza y nobleza mopán es su cráneo artificialmente alargado, marca de noble linaje y que, se rumorea, otorga grandes capacidades psiónicas.