Cuando su forma física es invocada, la aterradora criatura que emerge desde lo más profundo del subsuelo es una descomunal masa de tierra y magma con forma humanoide capaz de destruir todo a su paso. Armado con una enorme maza en llamas, Varameth aplasta a aquellos que se le oponen mientras arroja la lava fundida de su interior calcinando todo a su alrededor. Su rostro está formado por un único ojo situado en el centro del mismo, que fulgura y centellea recordando a los que lo ven su vínculo con las profundidades de la propia tierra que pisan. Se rumorea que mediante extraños rituales con piedras volcánicas los más sabios de Lantamar pueden invocarle brevemente para atacar a sus enemigos.