Esta ciudad se encuentra en el interior del Bosque de Ámbar, donde los árboles son más grandes y la vegetación más densa. Levantada en un valle rodeado de escarpadas montañas, el acceso a Edhelfen es complicado y carece de una carretera empedrada hasta él, por lo que la ciudad permanece aislada durante los inviernos, sin que nadie pueda entrar o salir con la llegada de las primeras nieves.