Los cantos de los uatis son un compendio de leyes, historias y moralejas que los alunos llevan transmitiéndose oralmente unos a otros desde hace siglos. La más importante de todas, que es de donde se extraen las leyes de los alunos, es el canto llamado la Leyenda de Danau. Todas las hordas conocen estos cantos básicos, pero luego tienen algunos cantos propios, ya que hace mucho que las hordas vagan libres por las llanuras, alejadas unas de otras.

La Leyenda de Danau cuenta cómo los alunos llegaron hace más de seiscientos años a Sananda. Por aquel entonces los dirigía el aluinar Danau, el cual se enfrentó con la Gran Hueste Tormentosa cuando sus caminos se encontraron por primera vez. El valor y las dotes marciales del líder de los alunos hicieron que este acabará enfrentándose a uno de los campeones de la Hueste, por lo se le otorgó la posibilidad de unirse a los cazadores sobrenaturales. Danau, viendo una posible salvación para su pueblo, aceptó la oferta y se unió a ellos como un guerrero de la tormenta. Muchos años más tarde, cuando por fin su cuerpo mortal no pudo seguir aguantando el ritmo de la Hueste, murió, y su espíritu voló libre, convirtiéndose en el primer uati.

Al menos eso es lo que dicen las historias. Desde entonces, los alunos han seguido las migraciones de estas aves por las llanuras. Para ellos estas aves son sagradas y, aunque creen en la libertad personal como algo inherente a sus vidas, ven señales divinas en los más ínfimos detalles de sus comportamientos. Así, si un aluno contempla a un uati solitario ir hacia una dirección contraria a la que sigue su horda, puede interpretarlo como que los uatis tienen una misión para él o ella en otro lado. Los alunos son gentes muy supersticiosas.

Los alunos tienen formas muy distintas de honrar a Danau y a los uatis. La principal es consagrándose a la lucha contra sus enemigos, pero existen otras, como recitar los cantos de los uatis al calor de una hoguera bajo las estrellas. Quizás la ceremonia más importante sea el de los ritos mortuorios. Los alunos creen que sus espíritus han de volver a la Llanura Interminable, para lo cual sus cuerpos han de ser cremados y sus cenizas, esparcidas al viento inclemente de Sananda. De esta manera, cuando mueran sus espíritus podrán renacer una y otra vez hasta que sean dignos de convertirse en uatis como Danau.