Desde el infortunado día en que los mercenarios del Ala Esmeralda entraron en las profundidades de la Torre de Fulgor de Sananda, las ciudades aledañas a Bosquespino fueron atacadas. Las criaturas de la naturaleza conocidas como brotes espinados, corrompidas por las energías negativas de la torre, se esparcieron por los alrededores, contagiando a los demás seres vivos con sus semillas. Cuando por fin se descubrió el origen de esta amenaza, los dirigentes de Puerto Estrella, Oredanes, Mediopaso y Luania se pusieron de acuerdo para financiar un cuerpo de guardabosques que destruyera la amenaza del bosque maldito. Sin embargo, tal tarea resultó imposible, pues Bosquespino se defendía salvajemente y el círculo interior crecía a la misma velocidad a la que era deforestado; fue por ello por lo que estos guardabosques acabarían llevando a cabo tareas de contención, aniquilando a cualquier criatura que saliese del bosque. Este fue el origen de la Orden de Bosquespino.
Los integrantes de esta orden son, en su gran mayoría, simples asalariados; guardabosques que han hecho de esta su profesión y a los que se les paga por su trabajo con el dinero de los impuestos de las ciudades aledañas. Otros simplemente siguen los preceptos de sus dioses, cuidando de la naturaleza como mejor pueden. Y unos cuantos se encuentran allí obligados; son los criminales cuyas penas, al no ser demasiado graves, pueden conmutar por servir a la Orden de Bosquespino durante cierto periodo de tiempo. Dado su origen, no es difícil encontrar miembros de cualquier procedencia entre sus filas, si bien la mayoría pertenece a las más comunes de Sananda. Eso sí, todos, profesionales, vocacionales o pertenecientes al destacamento penal, han de pasar una serie de pruebas para demostrar que son aptos para las tareas que se esperan de ellos. Se les puede reconocer por los tatuajes que se realizan en el brazo: una enredadera espinada. Esta es una costumbre no oficial que se popularizó entre sus miembros y que pareció hacerse norma.
La Orden de Bosquespino es relativamente reciente, pero es conocida ya en todo el territorio de las llanuras. Si bien no todos sus integrantes son guerreros consumados, sí que cuentan con algunos de los mejores de la región. Todo aquel que entre en la organización recibe un entrenamiento básico, que puede refinarse con las enseñanzas de sus miembros.
La estructura de la orden es cuasimilitar, formada en su mayoría por exploradores, guerreros y clérigos, pasando por algún druida errante. Los puestos de mando solo se otorgan a aquellos miembros que no sean del destacamento penal, aunque existen precedentes en los que alguno de estos criminales decidió seguir en la orden, abriéndose camino hasta la posición de Guardián, el escalafón de mando más alto de la organización.