De casi 100 pies de altura y construida con la madera más recia y el mármol de la mejor calidad, la torre de las mil llamas es un punto de peregrinaje para miles de ciudadanos mida cada año. En su interior se encuentran mil llamas de todos los colores imaginables dejadas ahí por alguien hace cientos de años y que todavía siguen iluminando el interior de la torre.