Lady Eisenhaut posee exquisitos modales y es una persona cultivada, viajada y excepcionalmente sagaz. Se la conoce especialmente por sus dotes negociadoras. Su afición es la lepidopterología, por lo que en su hacienda tiene un hermosísimo jardín de mariposas. Sus hijos más pequeños juegan en el lugar bajo su supervisión.
La presumida señora de la casa Cassalanter se ha educado en las artes arcanas. Al igual que su marido Victoro, adora a Asmodeo. Cuando eran jóvenes, la pareja firmó un contrato con el archidiablo. En este, ofrecieron las almas de sus hijos a cambio de poder, buena salud y una vida longeva.
Las almas de los más jóvenes, los mellizos Terenzio y Elzerina, les serán reclamadas cuando estos cumplan nueve años. Una cláusula en el contrato permite a los Cassalanter recuperarlas, pero para hacerlo necesitan conseguir ingentes cantidades de dinero y llevar a cabo el sacrificio masivo de un montón de pobres desgraciados. Mientra Victoro va a la caza del alijo de oro escondido de Dagult, Ammalia hace planes para organizar un banquete con comida envenenada.
Tras engañar a los Taberneros, un grupo de aventureros que buscaban el tesoro escondido de Nuncascua, fue derrotada en la bóveda de los dragones, su alma eterna ahora con Asmodeo.