Cuando el cuerpo de un demonio es destruido y de alguna forma se evita que este se reconstituya en el Abismo, a veces su esencia asume una forma física difusa; la de un demonio de las sombras, u orthax. Estos demonios existen fuera de la jerarquía normal del Abismo, ya que su creación suele depender más de la magia mortal que de encumbramientos o transformaciones.

Los demonios de las sombras apenas son visibles en la oscuridad y pueden arrastrarse sin hacer un solo ruido. Estas criaturas utilizan sus garras insustanciales para alimentarse de los miedos de sus víctimas, probar sus recuerdos y beberse sus dudas. La luz brillante atormenta a estos demonios y les obliga a mostrar su verdadera forma, la de un humanoide con alas cuya parte inferior se desvanece y cuyas garras rasgan la mente de sus víctimas.