Marcando el inicio del nuevo año, esta celebración se trata de un señalado día no laborable en el que la gente bebe sidra caliente y caldos (a menudo mezclados con aderezos especiados buenos para la salud y para tener visiones) y se queda en casa. Las gentes relatan historias sobre todo lo que les interesó o fue importante para ellos durante el año recién terminado y hablan de aquello que pretenden hacer o de lo que deberían ocuparse en el año entrante; también de cosas "sobre las que todo el mundo debería estar ojo avizor".
Estas charlas derivan inevitablemente en discusiones sobre la política, las guerras y las intenciones de los gobernantes. Normalmente se consultan mapas y, de hecho, por todos es sabido que tener y consultar un mapa durante el Escudo de Invierno da buena suerte. Por ello, las ventas de mapas se disparan durante la decana previa a esta festividad.