Los cambiantes a veces también son llamados “licadeudos”, ya que descienden de gente que contrajo licantropía total o parcial. Los cambiantes son humanoides con aspecto de bestia y no pueden cambiar por completo de forma, pero sí de realzar temporalmente sus rasgos animales si entran en un estado que denominan “el cambio”.
Los cambiantes son similares a los humanos en cuanto a altura y constitución, pero generalmente son más ágiles y flexibles. Sus rostros poseen facciones de bestia, a menudo con ojos grandes y orejas puntiagudas. Además, la mayoría de los cambiantes también cuentan con unos dientes caninos prominentes y casi todas las partes de su cuerpo están recubiertas por un pelo semejante al pelaje de un animal. A ojos de un observador, el aspecto de los cambiantes quizá recuerde al de un animal, pero se les puede identificar claramente como cambiantes incluso en su forma más salvaje. Los cambiantes maduran con rapidez, tanto física como emocionalmente, y alcanzan la edad adulta a los 10 años. Rara vez viven más de 70 años.