Antes de adquirir fama mundial, Hefénico era un duro trabajador de Aguas Profundas. Allí trabaja para cualquier academia o estudio que pudiera necesitar de sus servicios, ahorrando para sus planes de futuro. Años de trabajar tan duro le otorgaron un nivel de conocimiento que ningún otro compañero de profesión podría igualar. Pero Hefénico necesitaba algo más, y partió en un viaje jamás antes realizado. Sin mucho más dinero que el que pudo ahorrar durante estos años y sin transporte alguno, se dispuso a conocer cada ciudad, aldea, campo, bosque, playa, montaña y cueva que pudiera ser descubierta.

Su viaje, hoy referido como "la gran travesía", duró 20 años, hasta el día de su muerte. Durante su viaje conoció miles de sociedades distintas, desde imperios a aldeas hasta entonces aisladas. Cruzó montañas consideradas barreras naturales. Todo en su afán de documentar cualquier lugar en el que pudiera poner sus pies. Recorrió en esos años cada punto del mapa que dibujaba con alto detalle. Y junto a cada punto de su mapa escribía la historia del lugar en el que se encontraba. Se dice que no se le veía sin una pluma en mano y más libros en blanco que ropa y comida a la espalda.

Sin embargo, en el vigésimo aniversario del día que partió, Hefénico fue hallado muerto en las puertas de la capital de Altfort. Junto a su extenso trabajo Historias del Mundo Conocido y un mapa enrollado, casi tan alto como él en el que aparecía el mundo que detallaba en su libro.