Los Dracae son un pueblo nómada de dracónidos que habitan el inhóspito desierto de Anauroch. Adaptados a las extremas condiciones del desierto, los Dracae son conocidos por su resistencia y habilidades de supervivencia, moviéndose constantemente en busca de recursos esenciales en un ambiente que pone a prueba incluso al más fuerte.

Esta sociedad guerrera es profundamente territorial y valora la independencia y la autosuficiencia. Organizados en clanes familiares, cada uno está dirigido por un líder fuerte que es tanto jefe militar como espiritual. Su sociedad valora la fuerza, la astucia y el honor, con una fuerte tradición oral que pasa de generación en generación relatos de sus hazañas y de su profundo respeto por la tierra que consideran sagrada.

A pesar de su naturaleza beliciosa, los Dracae mantienen estrictas leyes sobre la territorialidad y la convivencia con la naturaleza. Son conocidos por sus habilidades en el combate cuerpo a cuerpo y su maestría en la utilización de armas forjadas a partir de los recursos que extraen del desierto. No son muy confiados con los extraños, pero aquellos que ganan su respeto son tratados con gran lealtad y considerados parte de la tribu.

En su vida nómada, los Dracae se desplazan continuamente a través del desierto en busca de oasis y zonas de caza, evitando prolongadas luchas con otras tribus pero defendiendo ferozmente el territorio que consideran suyo. Su conexión con sus diosa dragón les otorga un místico sentido de destino y una profunda conexión con el mundo mágico que les rodea, haciéndoles únicos entre los habitantes de Anauroch.

La cultura de los Dracae está arraigada en una rica tradición oral, con historias y leyendas que se pasan de una generación a otra, preservando su historia y leyes a través de los tiempos. Son excelentes jinetes, a menudo domesticando y montando criaturas del desierto adaptadas a la vida en Anauroch, incluyendo dragones menores.