Los elfos aman la naturaleza y la magia, el arte y la artesanía, la música y la poesía. Por eso no es de extrañar que muchos elfos amen el olor de un viñedo bien cuidado, el sabor de fruta recién cogida, y la compañía de un perro pastor con quien cuidar su rebaño. Los elfos que piensan así y no consideran temas como la limpieza de sangre o el renombre de su familia son los que se categorizan como Elfos Comunes, más un insulto que una subraza. Pero los puros corazones de estas gentes no tienen lugar para inútiles resentimientos.