Los dragones sombríos son dragones verdaderos que nacieron en el Páramo Sombrío o fueron transformados por pasar demasiados años dentro de sus tristes confines. Algunos dragones sombríos eligen el Páramo Sombrío por sus paisajes baldíos y su desolación. En cambio, otros desean volver al Plano Material, ansiosos de esparcir la oscuridad y la maldad del Plano de las Sombras.
Los portales al Páramo Sombrío se manifiestan en lugares solitarios y en las sombrías profundidades de las cavernas subterráneas. Los dragones que anidan en tales sitios encuentran ocasionalmente estos portales y se ven transportados a un nuevo reino. Se han dado casos de dragones ancianos que han dormitado en sus guaridas durante meses o años seguidos y se han hallado de pronto en este plano sin haberse dado cuenta de que el portal se abrió mientras soñaban.
La transformación en dragón sombrío ocurre a lo largo de varios años, durante los cuales las escamas del dragón pierden su brillo y pasan a tener el color del carbón. Sus alas coriáceas se vuelven translúcidas y sus ojos se convierten en superficies acuosas de un gris ópalo. Los dragones sombríos odian la luz del sol y son más débiles bajo una luz brillante que en las sombras. La oscuridad hace que el dragón se convierta en una sombra espectral de su antiguo ser.
El Páramo Sombrío, que parece ansiar el poderío y la majestad de estos grandes reptiles, se siente atraído por la naturaleza mágica de los dragones. El Plano de las Sombras también tiene un efecto descorazonador en sus habitantes, de tal forma que, cuanto más tiempo pasen en el plano, más fácilmente aceptarán su desesperación. Según pasan los meses y los años, el dragón que habita en el Páramo Sombrío es consciente de que está siendo transformado, pero no puede hacer nada por evitarlo.
Los dragones sombríos están tan imbuidos del poder en el Páramo Sombrío que incluso volviendo al Plano Material son incapaces de revertir la transformación. Algunos intentan atraer a ciertas criaturas del reino mortal de vuelta al Plano de las Sombras para que les hagan compañía, al menos hasta que se aburren de ellas y las devoran. Otros están satisfechos de abandonar para siempre el Páramo Sombrío, ya que es más fácil encontrar tesoros y poder en el Plano Material.