Del pueblo de los Krydder se formó la Hermandad de los Jinetes de Dragones, humanos que formaban un pacto con dragones recién nacidos, jurando la vida de uno y del otro en mutuo acuerdo, estableciendo así un vínculo que dura hasta la muerte del humano, donde el dragón ya en su madurez se libra del pacto, estos dragones adultos tienden a morir después de la muerte de su jinete, debido al fuerte vínculo, no conciben una vida sin su compañero humano.
Otros en cambio velan hasta el día de su muerte protegiendo a la gente que porta la sangre de su compañero, o bien protegiendo Krydderkrukke. Para poder entrar a la hermandad de los Jinetes de Dragones, un ciudadano de Krydderkrukke debe convertirse primero en “pactante”. Un pactante no es necesariamente un ciudadano vitalicio de la ciudad, un extranjero cualquiera puede convertirse en un pactante válido si consigue el apoyo de un “Jarl”, estos son señores respetados en su propia comunidad dentro de los pueblos Krydder, los gremios de la ciudad principal y que son aceptados cómo parte del gobierno central, regido por el consejo de Jarls que toma sus decisiones en “Fuerte Dragón”, que se encuentra en el centro de Krydderkrukke y es donde se alojan y viven los jinetes y todo lo relacionado con los mismos. Nunca han existido más de 12 Jarls al mismo tiempo, ya que la ciudad se distribuye en unos simples 8 distritos, siendo los 4 Jarls restantes los que manejan el comercio cercano al mar con otras comunidades y vigilan las fronteras con los “Los pueblos Bestiales”.
Cómo excepción, un alto cargo de la jerarquía de los Jinetes puede recomendar a un pactante, pero no es habitual, ya que pocos jinetes sienten que otros mortales puedan
soportar la carga de su misión. Una vez los pactantes son escogidos, se celebra una ceremonia de ingreso a la hermandad que coincide con el primer grito de apareamiento de los dragones que habitan en armonía las mismas tierras que los Krydder, esto se hace así, porque algunos de esos dragones han sido compañeros de jinetes ya fallecidos o incluso hijos de esos compañeros, los mismos dragones son los que en armonía entregan a sus hijos cuando el huevo se gesta para continuar con la paz que reina entre ambos bandos, también es cierto que algunos huevos de dragones cromáticos son robados para intentar criarlos, los jinetes creen que pueden guiar a este tipo de dragones por el buen camino.
Después de 4 años de entrenamiento físico y marcial, un pactante está preparado para escoger a su compañero dragón, es decir, uno de los que fueron engendrados durante
la ceremonia de su ingreso. Estos huevos se mantienen sin incubar y en un estado de tiempo burbuja en las salas de Fuerte Dragón gracias a un ritual que se lleva a cabo con “Pactos de Voz” (una antigua manera de crear rituales poderosos por medio de la canción y el poder de la voz, una magia perdida que se practica en Fuerte Dragon y se enseña solo a los Jinetes, no tiene un uso en particular pero con un coro de voces y un entorno preparado con texto rúnico puede crear efectos mágicos que alteran la composición
misma de un alma, es un poder similar a la Elegía del Primer Mundo, un poema que cantaron Bahamut y Tiamat en la creación de Mipsum poblarla de dragones).
Durante 2 años, el jinete incuba al huevo escogido mientras le canta un antiguo ritual con su Pacto de voz, cuando nace, el mismo ritual se canta en coro durante 1 semana sin interrupción, donde el jinete y su recién nacido dragón comparten comida, agua y cama mientras los Pactos de Voz unen sus almas. Cuando el ritual termina, una crisálida de carne y sangre se forma alrededor del jinete y su dragón. El jinete debe haber estado preparado con una armadura única forjada para él/ella, esa armadura se convertirá en su nueva piel, nadie a parte de su compañero/a, el mortal que elija para continuar su legado en este mundo y los compañeros de la orden podrán nunca más conocer el rostro debajo de la armadura. La crisálida tarda 1 semana más en romperse, el resultado, es una comunión de almas del jinete y su dragón, que los convierte en 1 solo ser y en 2 al mismo tiempo, estarán siempre conectados con un vínculo inseparable, ni siquiera la separación entre planos podría hacer que dejaran de sentirse, sus destinos estarán ligados hasta la muerte del jinete o la intervención de un ser superior que separe sus almas, aun que esto solo ha pasado 1 vez según rumores de la ciudad.
El jinete adquiere capacidades de su compañero y viceversa, puede absorber con un pequeño ritual que dura una hora las propiedades de cualquier armadura (mágica o no) en su propia armadura, creando una pequeña crisálida de sangre y carne que su compañero protege con su vida hasta que el jinete sale con su piel endurecida. Algunos jinetes poderosos llegan a desarrollar características mas avanzadas de Dragón, si su cuerpo desarrolla escamas, estos tienen permitido no portar armadura y mostrar con orgullo su cuerpo, pero nunca su rostro, pues pierden el derecho cuando se vinculan.
Algunos jinetes ven el vínculo cómo una unión entre marido y mujer, tu compañero es el único con derecho, a parte de la pareja mortal que elijas, que puede ver tu cara, y es
muy probable que los compañeros dragones sean bastante celosos con su jinete y la gente que intenta descubrir sus secretos. Los jinetes de dragones que acaban de completar su pacto son enviados a tierras lejanas, con la misión de explorar, crecer y demostrar a los demás países que en el sur hay buenas intenciones y no solo una tierra salvaje llena de peligros. La mayoría suelen volver de su viaje con algún trato para Krydderkrukke, otros vuelven sin un trato, pero convertidos en guerreros, y unos pocos nunca vuelven, tal vez porque su corazón no ansía regresar, o tal vez porque les es imposible.
La hermandad no castiga esto, al contrario, un jinete y su dragón no tienen por qué servir a Krydderkrukke, solo sirven a su propio instinto y corazón, por suerte, estos dos
suelen traer de vuelta a los jinetes a Krydderkrukke.
Costumbres de Honor de un Jinete de Dragones
Los Jinetes de Dragones cuidan a su dragón cómo si se tratase de ellos mismos y viceversa.
- La armadura de un Jinete son cómo sus escamas, no puede librarse de ellas en público (exceptuando aquellos que consiguen escamas propias, lo cual se muestra con orgullo).
- Sólo su compañero dragón y el compañero sentimental del Jinete pueden verle la cara. (cómo contexto, la cara representa el rostro de un humano, un jinete de dragones abandona esa humanidad para compartir vínculo con un dragón, por lo que mostrar su antiguo rostro se considera una ofensa hacia su compañero dragón y los demás jinetes de la hermandad. La armadura que estos portan se entrega en el momento del pacto, justo cuando entran en la cámara fetal. Esta armadura es creada de manera exclusiva para cada jinete, ningún jinete porta una armadura igual a la de un hermano, ni siquiera los hijos de un jinete, si bien si pueden compartir algún rasgo).
- Los Jinetes de Dragón deben servir al bien del más débil, pero sin traspasar las barreras morales de uno mismo, no son hermanas de caridad, pero ante un acto injusto deben actuar de forma que el mundo sepa que en Krydderkrukke solo hay hombres y mujeres nobles.
- Un jinete de dragón tiene permitido matar, pero nunca puede hacerlo por satisfacción personal.
- Si alguien pacta con un jinete de Dragón, sella el juramento con unas palabras sagradas de los Krydder: “Umbasah”. De esta manera si alguna parte rompe el pacto, la otra parte tiene derecho a cobrarlo con creces, aunque eso se lleve vidas por delante.