Kwyn, nativa de Deltfort, siempre ha enfrentado amenazas que la naturaleza le pudiera preparar. Siempre teniendo en mente el equilibro del ecosistema, Kwyn aceptaba y ofrecía sus servicios como cazadora. Entre sus mayores logros están reducir manadas de guivernos que atentaban tanto a la fauna local como a ciudadanos de aldeas cercanas. Este claro dogma le ha permitido tener el favor propio de la naturaleza y recibir su ayuda en reciproco favor. Junto a su camada espiritual, Kwyn nunca afronta un desafío sola.
Desde que llegaron a sus oídos los rumores de que un grupo de aventureros devolvieron Elturel al plano material, se vio atraído por ver que podía deparar ese grupo de personas.