Cuando los Dioses compartían mundo con los Olvidados, muchos peleaban y demostraban su valía para encontrar al más fuerte, al más listo y al que tenía la verdad entre ellos. Farko era el Olvidado que se conocía cómo el más fuerte de entre los de su especie, así como también uno de los más astutos e inteligentes.
Los Dioses llegaron a temer que un día, dejase de intentar solo gobernar entre los suyos y decidiese alzarse también sobre ellos. Aprovechando el romance que tenía con la diosa Ioun, le ofrecieron un trato: si compartía con ellos el secreto de las debilidades de su especie, le permitirían vivir entre los dioses. Como cualquier Olvidado, el deseo de conseguir un objetivo se convierte fácilmente en obsesión. En el caso de Farko, ser el más fuerte de los suyos podía pasar a ser una hazaña aún más grande, convirtiéndolo también en el último de los suyos.
Con la obsesión plantada en su naturaleza, Farko traicionó a su especie entera, revelando a los Dioses que los Olvidados, por su origen y creación, son débiles a una maldición concreta que pueda encerrarlos dentro de un objeto o plano aislado de los poderes naturales de Mipsum.
Con este conocimiento, los Dioses crearon la Prisión Espejo, encerrando ahí a los Olvidados. Con algunos cómo Diablo necesitaron de un doble sello encerrando también una parte de ellos en prisiones etéreas. En poco tiempo, Farko consiguió lo que se propuso, ser el último Olvidado. Como parte del trato y también por amor, Ioun permitió a Farko permanecer en Mipsum confinado en una espada. Así se convertiría también en el primer Fab'Huritu, y se le encomendaría guardar los secretos y conocimiento de su especie, protegiendo Mipsum de su regreso, creando así la Oden de los Fab'Huritus. El cuerpo de Farko descansa en algún lugar secreto, que solo Ioun conoce. De esta manera impide que, el que un día fue su amado, regrese con ansias de venganza por el engaño que ella y sus iguales cometieron.
Con los sucesos de las Ruinas de las Moiras, Farko conoció una verdad que volvió a prender su fuego interior, algo o alguien había sido el culpable de crear a los Olvidados, a toda su especie y por consecuencia, a él mismo.
Pensar que puede pelear contra su "padre", para coronarse por fin cómo el más fuerte, ha hecho que esté dispuesto a seguir a Lucía en su misión hasta el final con la promesa de que ella le ayudaría a enfrentarlo.