Los dragones azules son vanidosos y territoriales. Viajan por los cielos de los desiertos, asaltando caravanas, desvalijando asentamientos y atacando rebaños en las verdes tierras más allá de los límites del desierto. Además, se les puede encontrar en estepas áridas, yermos abrasadores y costas rocosas. Protegen sus territorios de cualquier competidor potencial, especialmente de los dragones de latón.
Se puede reconocer a un dragón azul por sus sobredimensionadas orejas onduladas y su enorme y estriado cuerno en lo alto de su roma cabeza. Filas de púas se extienden desde sus fosas nasales hasta su frente donde se alinean, y se amontonan en su prominente mandíbula inferior.
Las escamas de estos dragones varían en color desde un azul celeste tornasolado hasta un añil oscuro, pulidas y brillantes por las arenas del desierto. A medida que envejecen, sus escamas se endurecen y se hacen más gruesas y duras, y su piel zumba y chisporrotea por la electricidad estática. Estos efectos se intensifican cuando el dragón está enfadado o a punto de atacar, lo que deja en el ambiente un olor a ozono y aire polvoriento.
Frívolos y letales
Ningún dragón azul pasará por alto cualquier comentario o insinuación que venga a decir que es débil o inferior, ya que gozan al ostentar su poder sobre los humanoides y otras criaturas inferiores.
Los dragones azules son combatientes pacientes y metódicos. Cuando luchan según sus condiciones, los combates se convierten en enfrentamientos que se extienden durante horas o incluso días, atacando desde la distancia con andanadas de rayos y alejándose del peligro mientras esperan la oportunidad para atacar de nuevo.
Cazadores del desierto
Aunque en ocasiones se alimentan de cactus y de otras plantas del desierto para saciar su enorme apetito, los dragones azules son carnívoros. Prefieren devorar animales gregarios, a los que cocinan con sus alientos de relámpago antes de devorarlos. Sus hábitos alimentarios los convierten en una amenaza para las caravanas del desierto y tribus nómadas, que a los ojos de estos dragones son convenientes reservas de comida y tesoro.
Cuando cazan, los dragones azules se entierran en las arenas del desierto dejando ver tan solo su cuerno nasal, que parece un afloramiento rocoso. En el momento que la presa está cerca, surgen de la tierra y la arena cae de sus alas mientras atacan.
Señores y sirvientes
Los dragones azules buscan a las criaturas con talento cuyos servicios refuerzan su sentimiento de superioridad. Los bardos, eruditos, artistas, hechiceros y asesinos pueden ser agentes valiosos para los dragones azules, que recompensan la lealtad generosamente.
Estos dragones mantienen sus guaridas en secreto y bien protegidas, e incluso sus sirvientes más fieles suelen tener vedado el acceso. Animan a algunas criaturas del desierto, incluyendo ankhegs y escorpiones gigantes, a vivir cerca de sus guaridas para que así le sirvan de protección. Los dragones azules más ancianos a veces atraen elementales del aire y otras criaturas para servirles.
Acaparadores de gemas
Aunque los dragones azules coleccionan todo lo que parece valioso, están especialmente interesados en las gemas. Dado que consideran que el azul es el color más noble y bello, aman gemas como zafiros, lapislázuli o cianita, pero especialmente la fulgurita generada naturalmente cuando un relámpago funde arena en una gema única. Por ello, prefieren la joyería y los objetos mágicos que estén adornados con estas piedras.
Los dragones azules ocultan sus tesoros más preciados bajo la arena. Además, esparcen algunas baratijas en lugares a la vista bajo los cuales se esconde un sumidero pensado para castigar y eliminar a ladrones potenciales.