Situado en una cueva de la Montaña de los Siete Truenos, se trata en realidad de siete santuarios dedicados a aquellas siete valientes almas que se enfrentaron al Kami Oscuro (y en el siglo XII, se amplió para venerar también a sus reencarnaciones que hacen lo mismo). Las imágenes de los Truenos están talladas en la propia piedra de la montaña, en estilos apropiados a su clan de origen. Es un lugar que celebra el potencial infinito del hombre mortal y el triunfo de la sabiduría de Shinsei sobre la locura del Jigoku. Oculta en el monasterio, disponible sólo para los huéspedes más honrados, se encuentra la Biblioteca de los Truenos, una colección de escritos sobre los héroes y sus vidas. La biblioteca contiene relatos de primera mano de aquellos que conocieron personalmente a los Truenos, así como registros históricos generales sobre los Días del Trueno.
Los monjes que atienden este lugar se dedican a la contemplación y la meditación, dedicando la mayor parte de su tiempo a esas actividades excepto cuando mantienen los santuarios. Cada monje elige un santuario para atenderlo en exclusiva. Es un deber duro pero espiritualmente gratificante, y no todos los peticionarios son aceptados; los candidatos deben demostrar su dedicación antes de que se les permita ingresar en la orden.
Aunque las instalaciones para los visitantes son mínimas, éste es a menudo el lugar de peregrinación de quienes buscan guía o inspiración. Al pie del sendero que asciende por la montaña hay una ciudad de tiendas con vendedores de baratijas, lugares para que los peregrinos pernocten y servicios similares; crece y mengua con las estaciones.