El centro del poder político y cultural del pueblo es esta modesta edificación de una sola planta con entradas en cada uno de los puntos cardinales, decorado con grandes estatuas de piedra que representan dioses menores de la región. En el centro del edificio se encuentra el khalea, una sala circular completamente vacía salvo por las cuatro columnas redondas que la sostienen, que hace las veces de recepción y sala de debates. Se encuentra siempre custodiado por diez centinelas equipados con la sipém, la lanza tradicional de sus soldados y rematada en una hoja curva, a medio camino entre la clásica lanza vadania y la alabarda mida. La guardiana Dagalee es la encargada de decidir quién puede acceder al interior.
Datos generales
Pueblo: 5197 habitantes (91 % mopán, 3 % vadanios, 2 % mida, 2 % víperos, 1 % semielfos, 1 % otros).
Límite de dinero: 500 po.
Guardias: 25 centinelas patrullando en todo momento.
Autoridad: Príncipe Neasu Akam, líder de los centinelas Iren Mokina.
Religiones mayoritarias: El panteón Rathanak.
Aspectos
Jiruun es un bullicioso pueblo situado en el centro de las Selvas Azules de Zefiria, formando la frontera sur del reino Mopán. Sus murallas se alzan junto al río Jalatan, que nace a pocas millas al oeste del pueblo y discurre por la selva hasta desembocar en el río Xomindar. Los edificios mopán son macizos y resistentes, se construyen principalmente con madera, paja y piedra tallada con grandes bajorrelieves que recogen la historia de la tribu Jiruun o motivos religiosos. Todo el recinto de la ciudad está encerrado dentro de un muro de roca y ladrillos de tierra de 12 pies de altura y forma aproximadamente rectangular, con dos pórticos de entrada y salida. Gran parte de la muralla está rodeada por el río Jalatan, formando un foso defensivo habitual en los pueblos y ciudades de los mopán, que mantiene a raya a los enemigos y a la naturaleza. Los pocos campos de siembra del pueblo se encuentran junto a la muralla oeste, donde la tierra es más fértil y los centinelas pueden vigilarlos desde la muralla. Aun así, el interior del poblado se encuentra cubierto de hierba y algunos árboles que crecen alrededor de los edificios en total armonía.
Historia
La historia de Jiruun está estrechamente relacionada con la fortaleza de Bakkalcha, anteriormente llamada Vosxxaddonhx por sus constructores, los Peregrinos. En los tiempos antiguos, las Selvas Azules de Zefiria formaban una vasta región de naturaleza salvaje y agresiva, elevadas temperaturas casi todo el año y lluvias abundantes, donde los esclavos eran controlados por muy pocos supervisores y disponían de una mayor libertad que en otros lugares de Voldor. Ese entorno duro y apartado de los principales intereses de los Peregrinos convirtió la zona que hoy habita el pueblo mopán en un lugar remoto, donde unos pocos Peregrinos y sus lugartenientes elfos llevaban a cabo los experimentos más peligrosos o aquellos que preferían mantener lejos de espías y curiosos. Y allí, en las profundidades de la selva, el gran grupo de esclavos humanos que terminaría dando lugar al pueblo mopán fue trasladado y obligado a construir una pequeña pero profunda fortaleza sobre una colina terraformada especialmente para tal fin.
Allí fue guardado un poderoso artefacto conocido como el Orbe de la Abundancia, y tanto Peregrinos como elfos dedicaron siglos a su estudio y manipulación. Los subyugados humanos que habían levantado el lugar con sudor y sangre fueron expulsados de vuelta al norte o sacrificados en los rituales arcanos que tenían lugar en la fortaleza cuando su labor se dio por concluida. Los siglos pasaron y finalmente la raza de las estrellas abandonó Voldor, dejando a sus esclavos libres para fundar sus propias naciones y decidir su destino. La fortaleza quedó abandonada y su contenido fue sellado mágicamente, aunque esto no evitaría que muchos saqueadores intentaran robar su contenido en los años venideros.
El pueblo de Jiruun fue fundado hace doscientos años por la tribu del mismo nombre. El recientemente nombrado primer rey de los antiguos esclavos de tez como la brea (los que ahora se hacían llamar «mopán») encargó conquistar la antigua fortaleza y utilizarla como defensa frente a otros reinos. Sin embargo, los fieros guerreros que penetraron en la fortaleza nunca salieron con vida de allí, y los sacerdotes de Rathanak declararon que el lugar estaba maldito: lo único que la tribu podía hacer era asegurar que nadie se adentrase en ella para mantener el mundo a salvo de sus secretos. Así, terminaron por asentarse a unas pocas millas de distancia, junto al río Jalatan, donde podían cultivar y cazar para vivir mientras sus centinelas vigilaban la fortaleza desde la distancia. Desde entonces el pueblo ha crecido, tanto en tamaño como en población, teniendo que ampliar sus muros en varias ocasiones e incluso modificando el curso del río con sus geomantes para ello.