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Diezered es una kitsune que habita en las montañas del fin del mundo en Yugerten. Junto a su hermana Lillide se unió al Vuelo Fulgurante para proteger a los dragones metálicos y salvaguardar Voldor. 

Desde pequeña escuchaba historias acerca de los dragones que habitaban las montañas del fin del mundo. Esos dragones lucharon contra los peregrinos y sobrevivieron al caos del mundo, lo que la tenía encandilada ya que a parte de la fuerza de aquellas criaturas, se decía que eran de una belleza difícil de imaginar.

Un día junto a su hermana fueron a comprobar si eran verdaderas las leyendas y para su sorpresa así fue. Hicieron un trato con los dragones que allí habitaban para restablecer a los dragones metálicos en Voldor, lo que al principio no fue fácil ya que los dragones son bastante difíciles de tratar, pero una vez entablaron amistad con ellos todo fue como la seda. 

Después de algún tiempo operando como agentes del Vuelo Fulgurante, una elfa llegó al santuario donde establecieron su base. Se presentó como Nysah Amalith y proclamaba que con su magia podría unir a dragón con jinete, mediante un ritual. Diezered y Lillide al principio no la creyeron, pero como prueba se presentó voluntaria junto a Ymmyg, un dragón de oro con el que había entablado amistad. Nysah sacó un rubí, lo posó sobre una mesa y tras unas palabras y un juego de luces que recorrieron la sala, tomó sangre del dragón y de Diezered que juntó en la piedra. Tras algunos minutos, la piedra comenzó a refulgir y ambos pudieron sentir lo que el otro sentía. Así se formó el primer pacto, por el cual acordaron que podría montar sobre el dragón y juraron protegerse con su vida.

Esto aceleró el proceso de reclutamiento de nuevos miembros, ya fueran como jinetes o como colaboradores de la orden. Tras varios años, los dragones cromáticos se enteraron de la organización y del papel que desempeñaban para la recuperación de los dragones metálicos. Sin que nadie lo esperara, los dragones cromáticos atacaron el santuario y masacraron a muchos de los miembros del Vuelo Fulgurante. 

Unos pocos consiguieron salvarse y huyeron del lugar, con suerte pudieron proteger algún huevo de dragón, pero los collares llamaban la atención de los dragones cromáticos, así que tuvieron que esconder los huevos bajo cerraduras duergar, con un metal que solo ellos eran capaces de trabajar. 

Por desgracia, aquel día Diezered perdió a su hermana que luchó junto a su dragona Exagura, para que muchos de ellos pudieran escapar. Lo único que Diezered le importaba era proteger a su sobrina en ese momento, Lizety. 

Nysah sugirió a Diezered que dejara el collar y a su sobrina con una elfa de los bosques, tan poderosa que jamás un dragón se daría cuenta de que el collar estaría allí. Así la propia Nysah fue la que llevó a la niña y el collar junto a La Pastora para que Diezered se pudiera enfocar en ocultar los huevos por todo Voldor, con la esperanza de poder recuperarlos cuando cesaran los ataques de los rabiosos dragones cromáticos.

Sin embargo, esto nunca sucedió, por lo que tuvieron que empezar a actuar desde las sombras de nuevo.