Los
dioses de Khoumhazar son los dioses de todos los enanos, pues estos
llegan, al igual que los soldados enanos, de todas partes de
Kiralizor y las Gunambal. Además, una vez en Khoumhazar, son
defendidos con orgullo y testarudez, vistos como
un símbolo de pertenencia para diferenciarse del resto de los
enanos. La gran mayoría de los enanos adora a una tetrarquía de
dioses formada por Ankaraz (Arastu), Dekaeler, Karilim (La Guardiana)
y Kathix (Praxis), aunque la jerarquía entre ellos varía según el
lugar. Los cuatro son considerados deidades propias del pueblo enano,
aunque Dekaeler es adorado bajo ese nombre en muchos otros pueblos.
Aunque cada enano suele consagrarse a uno de los miembros de esta
tetrarquía como dios patrón, a quien ofrecen sus victorias y a
cuyos templos acuden, no dudan en acudir a los otros tres dioses en
situaciones relacionadas con sus dominios. Por ejemplo, un artesano
entregado a Arastu no dudará en encomendarse a Karilim antes de un
juicio, o pedir ayuda a Dekaeler si se ve envuelto en una batalla.
Algunas
patrullas de caza de Khoumhazar se organizan en torno a un dios
particular o a una de sus iglesias, con unidades lideradas por
clérigos y paladines, que solo aceptan a soldados que compartan su
fe. Estas unidades, que a veces llegan a contar con más de cien
miembros, compiten entre ellas por realizar las hazañas más
heroicas o cazar las bestias más grandes, no solo para contentar a
su deidad, pues todos saben que los dioses enanos se divierten
compitiendo entre ellos, sino también para asegurarse un mayor
número de reclutas en los años posteriores.
Como
es lógico, en Khoumhazar la mayoría de los clérigos y paladines
están especializados en la batalla, aunque unos pocos, conocidos
como «sacerdotes dorados», se especializan en sanación y
permanecen en los templos, donde llegan los heridos en la frontera
casi constantemente. La mayoría de los fieles de cada dios se agrupa
en una organización mayoritaria como la Iglesia de Ankaraz, los
Escudos de Karilim y los Guerreros de Kathix para cada uno de los
dioses, mientras que los fieles de Dekaeler se organizan en una
miríada de órdenes militares independientes.
También
existe una fuerte adoración por Rubaki Svart, la fundadora de las
fortalezas de Khoumhazar, quien es considerada una mártir elegida
por la propia Karilim, reverenciada en muchas partes y, en especial,
por la compañía de los Escudos de Karilim que ella misma fundó.
De
entre todos los dioses menores, existen entre los enanos de
Khoumhazar unos pocos que son especialmente adorados:
Undi.
La diosa enana
de la libertad, un aspecto de Eurana, es adorada por pocos como
deidad principal pero querida por la mayoría. En muchos de sus
relatos se habla de ella como una diosa joven, nacida tras la marcha
de los Peregrinos, pero destinada a grandes hazañas entre los
enanos. Para ellos, Undi es un tesoro frágil que debe ser protegido
por los otros dioses a toda costa, pues su potencial es inmenso. Sus
adoradores suelen ser pícaros, bardos y exploradores.
Sokzhan.
La diosa enana
de la rabia y la furia de combate es poco popular entre los soldados,
sobre todo por la importancia que muchos dan a la disciplina en
combate. La mayoría de los generales enanos consideran que la furia
en batalla niebla la vista y lleva a la muerte, pero los adoradores
de esta deidad son capaces de transformarla en un arma letal que
esgrimir contra sus enemigos, aunque siempre debe utilizarse para
defender causas nobles. Sus adoradores suelen ser bárbaros y
guerreros especialmente agresivos, aunque también es una deidad
popular entre los malvados duergar.
Digridhak.
El
dios enano que representa el engaño, los ardides y las malas artes.
Digridhak disfruta de los embaucadores, los mentirosos y de aquellos
que conspiran para obtener el poder. Cuentan las historias que
Digridhak logró mantenerse escondido durante todo el reinado de los
Peregrinos gracias a su
perspicacia y su capacidad de manipulación. Sus devotos, que son
pocos entre el pueblo enano, consideran las ilusiones y las mentiras
armas legítimas, capaces de las más heroicas hazañas. Sus
adoradores suelen ser pícaros, bardos y magos especializados en
adivinación e ilusión. Digridhak es, en cambio, una deidad muy
popular entre los duergar.