El más anciano de los ancianos druidas, Shurzug fue uno de los primeros estudiantes de Sulzebor hace ya siglos. Cuando su vida llegó a su fin, su alma no abandonó Voldor sino que se reencarnó en un nuevo nacimiento. Toda su sabiduría y su conocimiento perduró, aun habiendo vivido cien vidas sin perder sus recuerdos ni su pasado.
No
siempre ha sido orco, aunque su alma nunca ha abandonado el Bosque de
Ámbar. Ha experimentado toda clase de vidas animales durante su
existencia, siendo uno de los druidas más conectados al mundo
animal. En la actualidad es un joven cuervo de plumaje negro como la
noche, que viaja en el hombro de la archidruida susurrando consejos
en su oído.