Los cienos son criaturas gelatinosas que suelen carecer de una forma concreta. Casi siempre subterráneas, moran en cuevas y mazmorras, donde se alimentan de desechos, carroña o las criaturas que poseen la mala suerte de cruzarse en su camino.
Son esencialmente ciegos, pero lo compensan con una habilidad que les permite discernir objetos y criaturas cercanas sin necesidad de verlos. La mayoría de los cienos secretan un ácido de su piel que disuelve la carne y otros materiales rápidamente. Tienen una tendencia única a resistir ataques a corta distancia y cuerpo a cuerpo disolviendo el arma del portador lentamente.
El Demonomicón de Iggwilv es una de las fuentes que afirma que los cienos se originaron como fragmentos de los engendros de Juiblex, que era el único ser conocido capaz de controlar a los cienos y de otorgarles un atisbo de inteligencia y capacidad táctica.