Los Capas Carmesíes, a veces llamados los Rufianes Carmesíes, eran un grupo de bandidos y bandoleros activos en la ciudad fronteriza reasentada de Phandalin. Estaban formados en su mayoría por humanos, hombres y mujeres, aunque un puñado de osgos también formaban parte del grupo de bandidos. Cada Capa Carmesí vestía una sencilla y sucia capa escarlata. Estas capas eran reconocidas por los muertos vivientes de su escondite, la Mansión Tresendar, y les impedían atacar a los bandidos.
Estaban dirigidos por un misterioso mago al que llamaban Báculo de Cristal.
Los Capas Carmesíes aterrorizaban a los habitantes de Phandalin con amenazas y exigencias de dinero por protección, que se intensificaron en asesinatos y secuestros. Además, capturaban viajeros para venderlos como esclavos. Los esclavos y los bienes ilícitos entraban y salían de contrabando de Phandalin a través de un túnel secreto que conectaba con el sótano de su base, bajo la mansión Tresendar.