El pueblo fronterizo de Phandalin está construido sobre las ruinas de un asentamiento mucho más antiguo. Hace cientos de años, la antigua Phandalin era una próspera ciudad humana cuyos habitantes estaban firmemente aliados con los enanos y gnomos de las montañas. Sin embargo, la misma horda de orcos que saqueó las minas de la Cueva del Oleaje arrasó el asentamiento, y Phandalin quedó abandonada durante siglos.
En los últimos años, colonos de las ciudades de Nuncainvierno y Aguas Profundas han comenzado la dura tarea de recuperar las ruinas de Phandalin. Un bullicioso asentamiento fronterizo ha crecido en el lugar de la antigua ciudad, y ahora es el hogar de granjeros, leñadores, comerciantes de pieles y buscadores atraídos por las historias de oro y platino en las estribaciones de las Montañas de la Espada. Por desgracia, no son pocos los bandidos y bandoleros que se han asentado aquí, aprovechando que la zona carece de un señor o autoridad local que los persiga. Una banda conocida como los Capas Carmesíes controlaron Phandalin durante varios meses, extorsionando e intimidando a todos los habitantes de la ciudad. La banda estaba liderada por una misteriosa figura conocida por la gente del pueblo como Báculo de Cristal.