Curiosos e impulsivos, los gnomos pueden partir de aventuras como forma de conocer mundo o por el deseo de explorar. Dado que son amantes de las gemas, algunos ven la vida del aventurero como una manera de amasar fortuna.

Los Gnomos, una raza humanoide muy parecida a los Medianos y aún así no relacionada con ellos, poseen rasgos de las cuatro razas mayores principales. El afán por la aventura de los Humanos, la elegancia y delicadeza de los Elfos, el gusto por los bienes materiales de los Enanos y la tozudez y resistencia de los Orcos, incluso para su tamaño. Se cree que fueron creados por Ioun, la diosa del conocimiento y la sabiduría, como el ideal perfecto de humanoide, a su imagen y semejanza.

En lo que a los gnomos respecta, estar vivo es maravilloso, y extraen hasta la última gota de disfrute de los entre tres y cinco siglos de vida de los que disponen. Los Humanos se preguntan cómo consiguen no aburrirse a lo largo de una vida tan extensa. Los elfos saborean con calma la belleza del mundo a lo largo de sus larga existencias, pero los gnomos están preocupados de que, aun con todo el tiempo que se les ha concedido, no puedan hacer o ver todo lo que les gustaría.

Los gnomos hablan como si no pudieran sacarse los pensamientos de la cabeza a la velocidad suficiente. Pero incluso cuando ofrecen sus ideas y opiniones sobre un amplio espectro de temas, logran escuchar atentamente a los demás, añadiendo las exclamaciones de sorpresa y aprecio adecuadas durante el proceso.

Aunque los gnomos adoran las bromas de todo tipo, en especial las pullas y las inocentadas, son igual de entregados con aquellas tareas de índole más seria a las que se dedican. Muchos gnomos son hábiles ingenieros, alquimistas, manitas e inventores. Están dispuestos a cometer fallos y se ríen de sí mismos durante el proceso que conlleva perfeccionar sus creaciones, asumiendo riesgos valientes (y a veces imprudentes) y persiguiendo grandes sueños.