Los enanos fueron levantados de la tierra en los días más antiguos por Moradín. Este dios dio a los enanos una afinidad por la piedra y el metal y por vivir bajo tierra. El dios también les hizo resilientes como las montañas, con una esperanza de vida de unos 350 años.
De constitución baja y a menudo barbudos, los enanos originales excavaron ciudades y fortalezas en las laderas de las montañas y bajo tierra. Sus leyendas más antiguas hablan de conflictos con los monstruos de las cimas de las montañas y de la Infraoscuridad, ya fueran gigantes imponentes u horrores subterráneos. Inspirados por esos relatos, los enanos de cualquier cultura cantan a menudo hazañas valerosas, sobre todo de los pequeños que vencen a los grandes.
En algunos continentes de Mipsum, los primeros asentamientos de enanos se construyeron en colinas o montañas, y las familias que remontan su ascendencia a esos asentamientos se llaman a sí mismas enanos de las colinas o enanos de las montañas, respectivamente.