Los osgos nacieron para combatir y provocar el caos. Estas criaturas basan su supervivencia en la caza y las incursiones. Abusan de los débiles y desprecian a quien intenta darles órdenes, pero su amor por la matanza les lleva a luchar bajo las órdenes de alguien poderoso si el derramamiento de sangre y el tesoro están asegurados.

A los osgos se les ve frecuentemente en compañía de sus primos, los hobgoblins y los goblins. Esclavizan normalmente a los goblins a los que se encuentran y obligan a los hobgoblins a entregarles oro y comida a cambio de servirles como exploradores y tropas de choque. Uno no debe fiarse nunca de los osgos, incluso tras haberles pagado. Sin embargo, los goblins y los hobgoblins entienden que, al margen de lo mucho que drenen los recursos de sus tribus, estas criaturas poseen una fuerza considerable.