Cuando un drow muestra un gran potencial, Lolth lo convoca a los Fosos de la Telaraña Demoníaca para probar su fe y su fuerza. La Reina Araña premia con su favor a aquellos que pasan su examen. Sin embargo, los que fallan son transformados en drañas, terribles híbridos de drow y araña gigante, que sirven para que el mundo recuerde el poder de Lolth. Solo los drows pueden ser transformados en draña y Lolth es la única que tiene el poder de hacerlo.
Los drows convertidos en draña vuelven al Plano material como criaturas retorcidas y envilecidas. Su locura las empuja a desaparecer en la Infraoscuridad, donde pasan a ser cazadoras y ermitañas, vagando solas o como líderes de manadas de arañas gigantes.
En raras ocasiones vuelve una draña a los límites de la sociedad drow, y normalmente es para cumplir algún voto o satisfacer una antigua venganza que se originó en su vida pasada. Los drows temen y rehúyen a las drañas, y las consideran inferiores a sus esclavos. No obstante, toleran a estas criaturas como representantes de la voluntad de Lolth y como recordatorio del destino que les aguarda si fallan a la Reina Araña.