Los spinagons, o diablos espinosos, son más pequeños que la mayoría, y sirven como mensajeros y espías para grandes diablos y archidiablos. Son los ojos y oídos de los Nueve Infiernos, por lo que incluso aquellos infernales que los desprecian por su debilidad los tratan con un mínimo de respeto.

El cuerpo de los spinagons está cubierto de pinchos, y utilizan los de su cola como arma a distancia. Estas espinas estallan en llamas cuando impactan.

Cuando no están haciendo de mensajeros o reconociendo el terreno, los spinagons sirven a las legiones infernales como artillería aérea, compensando su relativa debilidad formando hordas que abruman a sus enemigos. Aunque anhelan ascender y obtener poder, los spinagons son cobardes por naturaleza y se dispersarán con rapidez si la batalla se torna en su contra.