Los sabuesos infernales son entes monstruosos capaces de exhalar fuego y que asumen la forma de imponentes perros. Se les puede encontrar en los campos de batalla de Aqueronte y a lo largo y ancho de los Planos Inferiores. En el Plano Material, suelen estar al servicio de criaturas malvadas, que los usan como guardianes o animales de compañía.
Tienen un hambre ardiente y cazan en manadas, alimentándose de cualquier criatura que parezca mínimamente comestible. Evitan a los enemigos más peligrosos para centrarse en las presas más débiles, de las que dan buena cuenta con sus salvajes mordiscos y su aliento de fuego. Demuestran una determinación incansable, pues son capaces de perseguir a sus víctimas hasta acabar con ellas.
Al alimentarse, los sabuesos infernales avivan los fuegos que arden en su interior con la carne de sus presas. Cuando uno de estos monstruos muere, las llamas devoran por completo los restos de la criatura, en una deflagración de humo y ascuas ardientes. Así, del sabueso no quedará nada más que unos pocos pedazos de pelaje negro calcinado.
Los sabuesos infernales son más listos que las bestias mundanas, y su inclinación por la ley los convierte en siervos obedientes. No obstante, su naturaleza malvada hace que, por mucho que se los eduque, no puedan ser otra cosa que asesinos despiadados. Si a un sabueso infernal no se le permite saciar su hambre, abandonará a su amo o se volverá contra él.