Los clérigos extraen poder de los reinos de los dioses y lo emplean para obrar milagros. Los clérigos cuentan con la bendición de una deidad, un panteón u otra entidad inmortal y pueden acceder a la magia divina de los Planos Exteriores (donde habitan los dioses) y canalizarla para fortalecer a los demás y enfrentarse a sus enemigos.
Como su poder es un don divino, los clérigos suelen asociarse con templos consagrados a la deidad o a la fuerza inmortal que les ha concedido su magia. Emplear la magia divina no depende de un entrenamiento específico, pero los clérigos pueden memorizar oraciones y ritos que les ayudan a utilizar el poder de los Planos Exteriores.
No todos los miembros de los templos o santuarios son clérigos. Algunos sacerdotes prefieren una vida sencilla al servicio del templo y manifiestan su devoción a través de la oración y los rituales, en vez de la magia. Muchos mortales afirman hablar en nombre de los dioses, pero pocos se sirven del poder de las deidades de la forma en que lo hacen los clérigos.