Los hombres oso son licántropos poderosos, más capaces de controlar su naturaleza monstruosa y rechazar sus impulsos más violentos. En su forma de humanoide son grandes, musculosos y poseen abundante vello del mismo color que el pelaje de su forma de oso. Los hombres oso son solitarios por naturaleza, pues temen lo que les podría pasar a los inocentes que se encuentran cerca cuando les domina su naturaleza bestial.
Cuando un hombre oso se transforma, crece hasta alcanzar un tamaño enorme, atacando con sus armas o sus garras. Lucha con la ferocidad de un oso, aunque incluso en sus formas bestiales evita morder a sus oponentes para no transmitirles su maldición. Lo más habitual es que un hombre oso solo conceda la licantropía a compañeros o aprendices cuidadosamente elegidos, a los que dedica después un tiempo necesario para educarlos en los detalles de su maldición y cómo controlarla.
Como criaturas solitarias, los hombres oso hacen las veces de guardianes de sus territorios, protegiendo tanto la flora como la fauna de invasores de cualquier tipo. Aunque la mayoría son bondadosos, algunos hombres oso son tan malvados como cualquier otro licántropo.