Phlegethos, la cuarta capa, es una tierra ardiente, cuyos mares de magma fundido desatan huracanes de viento abrasador, humo asfixiante y cenizas piroclásticas. En el interior de una de las calderas de sus volcanes, repleta de llamas, se ubica Abriymoch, una urbe fortaleza forjada a partir de obsidiana y cristal oscuro. Dentro de la ciudad se encuentra la Corte Diabólica, el centro de las leyes de los Nueve Infiernos. Desde Abriymoch gobiernan los dos archidiablos que rigen, conjuntamente, los destinos de esta capa: la archiduquesa Fierna y el archiduque Belial, su padre.
El Fuego Infernal también se crea en esta capa, dentro de la Sima de las Llamas. En esta caldera, los gelugons vienen a dejarse tomar por las llamas infernales, arder en una tortuosa agonía y a la vez un éxtasis insuperable, hasta convertirse en diablos de la sima. Con su nuevo nombre indicando que han sobrevivido al ardor de la Sima de las Llamas y alcanzado el mayor nivel de la jerarquía baatezu.