El fuego puede ser alimentado de muchas maneras, leña o carbón por ejemplo, pero también se puede nutrir por el espíritu de una persona, esa llama alimentada por la fuerza de uno mismo puede iluminar y encender el espíritu de otras gentes, pero debes de tener cuidado pues si arde con demasiada fuerza puede consumirte por completo.
Los inviernos en Rocfort no suelen ser especialmente devastadores, hay donde mas y donde menos, pero la Cordillera de los picos grises es sin duda uno de los peores.
Corriendo en la noche dejando atrás agudos aullidos una figura pálida agarra con fuerza a dos mas pequeñas, perseguidos por un cazador aun desconocido, esta se aferra a la creencia de que una presa es mas peligrosa cuando esta acorralada. Encontrando un lugar para cobijarse y recuperar el aliento las pequeñas figuras se acercan aun mas a su madre, su piel aun no es capaz de asimilar el frio, así que ambas figuras tiemblan.
Preparada para el hacer frente al cazador, tensa el arco y espera a cualquier criatura que pueda acechar en la oscuridad, los segundos se hacen eternos esperando por aquello que ha arrasado su aldea y entonces ocurre. Las pequeñas figuras que protegía ya no están, rápidamente asocia el entumecimiento de su mente a un conjuro que ha nublado su juicio y ha hecho perder a sus hijos en la noche. Rápidamente busca en la oscuridad por aquello que mas ama en este mundo, observando como varios ojos en la noche le devuelven la mirada, pupilas verticales inyectadas en sangre arrebatándole sus crías.
Rápidamente sale a la carrera tras estas criaturas con el objetivo de recuperar lo que es suyo, son difíciles de perseguir pero lanzar una flecha era demasiado arriesgado, así que no le quedaba otra. Siguiendo el la noche esta ventisca interrumpió la persecución para anunciar una avalancha, era cuestión de segundos que quedaran atrapados bajo la nieve, si no llegaba a tiempo para que las criaturas no devoraran a sus criás la nieve las atraparía y no serian capaces de sobrevivir al frio.
En el tiempo en el que llego a esta conclusión, la avalancha ya estaba aquí y arraso con todo a su paso, dejando solamente un nuevo manto de nieve.
La llegada de la primavera suele ser de buen agrado para la mayoría del pueblo de Rocfort, temperaturas mas agradables, vuelta a la cosecha y volver a ver aquello que la nieve había ocultado.
Siguiendo con la planificación esperada, el pueblo de los Kuchei marcha al norte siguiendo su ruta establecida, dejando Scornubel atrás y llegando a Lapyros, donde se haría la primera parada en esta marcha establecida por el cambio de las estaciones.
Una vez asentado el campamento, cada uno de los integrantes dedicados al comercio se dirigirían a vender todo aquello que se ha podido trabajar en el invierno, de manera similar al ser las tierras de Lapyros especialmente fértiles también eran un buen lugar para encontrar diferentes tipos de plantas y hongos y para crear ungüentos o infusiones. En una pequeña partida salieron a buscar cualquier cosa que pudiera llegar a ser útil. Uno de ellos un pequeño joven de piel cobriza encontró algo bastante inusual, una figura humanoide aun levemente enterrada en la nieve, aunque curioso se acerco con cuidado, descubriendo que aun tenia pulso. Esta figura fue llevada al campamento para darle auxilio e intentar que volviera a recuperar la consciencia.
Días pasaron hasta que el cuerpo de este Goliat se atempero de nuevo a temperaturas mas adecuadas para un organismo como el suyo, debido a la madurez del cuerpo la piel fue capaz de retener todo el calor posible y aislar del frio durante todo el invierno. Repentina fue su vuelta a la consciencia preguntas y gritos, parecía que poco recordaba esta figura de su situación o vida pasada.
La sospecha se confirmo y esta Goliat sufría de amnesia, se supuso que el cerebro sufrió durante el tiempo que estuvo enterrada en la nieve y que poco se podía hacer con las capacidades actuales. Lo único que se descubrió fue que aquella figura no era bien recibida en Lapyros, ya que argumentaban una tribu de Goliats siempre había atormentado a los agricultores de los viñedos mas cercanos a las montañas.
Aun con su perdida de memoria rápidamente se volvió parte del grupo de cazadores dejando a los demás atrás en términos de rendimiento. Esta labor no fue escogida por ella solo por que sentía que era capaz de cumplirla, no terminaba de estar cómoda en grupo y hacer batidas en el bosque era necesario para que no colapsar de ansiedad, pero lo que siempre le hacia volver era los muchachos y las muchachas del campamento, el vació en el pecho que tenia se llenaba un poco al estar rodeada de niños y niñas, no era reciproco ya que la figura de esta Goliat era intimidante, esto obviamente fue observado por ciertas personas en la comuna y decidieron solucionarlo. Una peluca de pelo largo y castaño. El intento de que esta figura intimidante fuera mas amigable termino por ser fructífero y con el paso de los meses recibió el nombre de Agnuur-Moson Kuchei.
Se propuso debido al vinculo que Agnuur-Moson tenia con los niños y niñas que les enseñara lo que ella mejor sabia hacer, la caza: el vinculo con la presa y el respeto por esta, ademas de cosas mas sencillas como manejar un cuchillo, moverte sin hacer ruido o defenderte frente las bestias.
El paso del tiempo es cíclico, las estaciones son un indicio de ello incluso grandes glaciaciones son intercaladas con el paso de épocas menos frías y vuelta a empezar. Y de nuevo en invierno.
La migración al sur había sido retrasada por un evento en el que se tuvo que intervenir a las afueras de Borona, un incendio había dejado a muchos heridos y como no podía ser de otra manera, el pueblo Kuchei ofreció su ayuda.
Dirección a Lapyros cruzando el paso que separaban las cordillera de los picos grises con las que formaban el valle donde se encontraba su destino, una tormenta amenazaba con retrasar aun mas el paso y dificultar la situación. Se propuso buscar un lugar para acampar y esperar a la tormenta, resguardarse aguantando las ráfagas de viento y nieve seria menos peligroso y mas astuto que seguir adelante con las condiciones que se estaban dando.
Cayó la noche y la tormenta torno a ventisca y el agua en nieve. Agnuur-Moson tomo los primeros turnos de guardia, vigilando las tiendas para que no acumularan mucha nieve encima y revisando arboles contiguos al campamento para comprobar que ninguno caería encima de nadie. Fue entonces cuando los escucho de nuevo, aquellos aullidos agudos volvieron a resonar en su mente revelando así la masacre que ocurrió en su aldea natal. Rápidamente aviso a aquellos que también montaban guardia para que se preparasen para defender el campamento y que avisaran a todos.
Una vez mas esos ojos inyectados en sangre se lanzaron a por cualquiera que sujetara un arma y la batalla comenzó. El caos surgió y tanto bestias como Kucheis caían al suelo, pero entonces la mente de Agnuur-Moson se volvió a entumecer y vio dos pares de ojos que los miraban desde el bosque, sus hijos la miraban desde la oscuridad y como aquella vez corrió hacia ellos. Perdiéndose en el bosque aquellos ojos parecían mas lejanos a mas se intentaba acercar a ellos, llegando a la conclusión de que una vez mas había sido hechizada. Buscando el origen de este efecto vislumbro una silueta sobre la que se abalanzo con ira y furia. Peleando hasta la extenuación ambas partes pelearon dejando atrás todo ápice de “humanidad” y perdiéndose en su propio fuego. Entonces ambas partes percibieron la luz de una antorcha, un joven de piel cobriza se abría paso buscando desesperadamente a Agnuur-Moson aquella que le había enseñado tanto sobre la caza, la lucha, el respeto. Encontrando no mas que a una figura que no representaba ninguno de esos valores que le habían enseñado. Agnurr-Moson se dio cuenta de la escena y acabo con su presa, pues la caza ya había terminado.
El ataque de las bestias fue repelido con éxito y a la mañana siguiente el pueblo Kuchei se volvió a levantar lamiéndose las heridas.