Los goristros, o demonios toro, parecen un minotauro demoníaco de más de 6 m de altura. Cuando los controla un señor demoníaco, estos infraplanares son máquinas de asedio formidables y mascotas valiosas. Los goristros poseen una astucia sobrenatural y se orientan con facilidad en los pasillos de un laberinto o en corredores cambiantes, en los que cazan a sus aterrados enemigos.
Los más corpulentos a veces cargan con un palanquín, para poder llevar sobre sus anchos hombros a demonios más pequeños, de forma similar a como un elefante transporta a sus jinetes.