Los djinns parecen humanoides sensuales, atractivos, altos y fornidos que provienen del Plano Elemental del Aire. Tienen la piel azul y los ojos oscuros, y visten con sedas vaporosas, pensadas para mostrar sus músculos y ser a la vez cómodas.

Los djinns gobiernan islas flotantes de nubes cubiertas con pabellones enormes o coronadas con edificios maravillosos, jardines, fuentes y patios. Son criaturas que aman la paz y las comodidades, y se alimentan de frutas suculentas, ásperos vinos, perfumes delicados y bella música. Los djinns son conocidos por sus travesuras y su trato favorable hacia los mortales. Tratan fríamente con los ifrits y con los marids, a quienes consideran altivos, y desprecian públicamente a los daos, a los que atacan por el menor motivo.

Los djinns son los amos del aire, por lo que cabalgan los remolinos que crean, en los que pueden incluso llevar pasajeros. Las criaturas que se enfrentan a ellos son atacadas por el viento y el trueno, incluso después de que un djinn que se vea superado abandone el combate. Cuando vuelan, su tren inferior se transforma en una columna de aire arremolinado.

Los djinns creen que la servidumbre es una cuestión del destino, y que ningún ser puede desafiar a los hados. Por ello, son los más dispuestos a servir a otras criaturas, aunque nunca lo disfrutan. Tratan a sus esclavos como sirvientes, con amabilidad y protegiéndolos de cualquier peligro, y se separan de ellos con dificultad.

Un mortal que quiera usar a un djinn para una tarea determinada puede ofrecerle lujosos regalos o adularlo hasta que acepte. Los magos poderosos son capaces de ignorar estas cortesías y proceder a invocarlo y atarlo o aprisionarlo con magia. La servidumbre a largo plazo es algo que no disfrutan, y el cautiverio es inexcusable. Por ello, odian a los crueles magos que han aprisionado a su raza en botellas, Frascos de Hierro e instrumentos de viento a lo largo de los siglos. La traición, especialmente la de un mortal en el que confiaban, es una acción vil que solo puede saldarse con la muerte.