Ubicado en la parte fronteriza de las Tierras Monstruosas, el colmillo derecho del tiburón de piedra sirve cómo frontera natural con los pueblos vecinos al otro lado de la Cordillera del Fin del Mundo, con zonas verdes y pobladas de vegetación, se extiende formando la cabeza de un tiburón, siendo un pico puntiagudo el que le da el nombre a esta parte de la cordillera.
En su larga extensión, distintos microclimas con distintas criaturas lo habitan, creando siempre un choque de esplendor con la suma de los vapores que exhala de su interior esta parte de la cordillera junto al agua que deja caer desde sus alturas. Para cualquier aventurero o amante de las montañas, es una zona digna de explorar, asumiendo siempre el riesgo que conlleva circular por las peligrosas y cambiantes Tierras Monstruosas.