Nacido en el Imperio Élfico, Edyrhan tenía lo mejor de ambos mundos, la longevida y gracia de un Elfo, con la pasión y voluntad de un Humano, con una infancia normal, pronto se aventuró a viajar por el mundo, conociendo lugares increíbles y aprendiendo todo lo que pudiera. Pronto conoció también la tiranía y el mal, la injusticia y el terror, siempre intento pararlos y combatirlos.
Un día, cerca de los desiertos de Amushan, huía de de una tropa de avanzada de los ejércitos de Amuradis que habían descubierto su origen, aunque no posee unas orejas puntiagudas, cometió el error de decir su edad de más de 50 años aparentando tener unos 20. Corriendo desesperado, cayó presa de unas arenas movedizas que le tragaron y ocultaron en unas antiguas ruinas, donde encontró a Babban walkiya–> El castigo del cielo. Gracias a él, consiguió sobrevivir a los testarudos soldados ígneos de Amuradis, que ciegos de fe, saltaron también dentro de las arenas.
Unos meses después, Ritmia lo encontraría vagando por el desierto, casi muerto, y lo llevaría con la Orden de los Fab'Huritus.
Durante los sucesos de las Ruinas de las Moiras, el destino mostró cómo Edyrhan peleaba contra Hemófago y lo hería, pero su estado y paradero son, inciertos.