Esta pequeña isla, situada al norte de Shima no Kinu, en la provincia Gotai, es también la más septentrional de las islas principales del archipiélago. Debido a su exposición al norte, es asolada con frecuencia por fuertes vientos, mar gruesa y tsunamis, por lo que durante la mayor parte de la historia del Imperio fue una isla deshabitada. Sin embargo, durante la Guerra de los Clanes en el siglo XII, un joven shugenja Yoritomo naufragó aquí. Antes de ser rescatado, afirmó tener una visión de las Fortunas que le llevó a construir el Templo de la Isla de la Tempestad. Éste se convirtió en el dojo principal para los shugenja de la familia Yoritomo, en particular para el grupo conocido como los Jinetes de la Tormenta, la élite shugenja de la flota Mantis. Los shugenja que estudian aquí realizan su entrenamiento totalmente expuestos a la furia del mar y el viento, con la teoría de que si pueden dominar a los kami mientras los espíritus se encuentran en un estado tan agitado y violento, podrán hacerlo en cualquier lugar y en cualquier momento.