Joven corpulento y curtido con los colores del Unicornio, Rakkas es una extraña combinación de sacerdote y guerrero. Aunque no es un shugenja, es profundamente espiritual y cree en la santidad esencial de los kami elementales. Su dedicación a derrotar a las fuerzas de Jigoku, el Reino del Mal, se ha perfeccionado y concentrado en un profundo deseo de defender el Reino de los mortales, y ha florecido bajo la tutela de Norikazu.